lunes, 20 de agosto de 2012

Estados desaparecidos: Imperio Cartagines




No estaba seguro si escribir este apartado en esta sección o en la de ciudades perdidas.

Si bien es verdad que el Imperio Cartaginés era totalmente dependiente de su ciudad capital, consiguió extender su poder por regiones muy grandes, y tras la caída de él, Cartago volvió a existir, aunque diferente. Por eso lo he puesto aquí.


Pero vayamos al tema

El Imperio Cartaginés ocupo en distintas épocas, la mayor pare del norte de África, desde Libia a marruecos, el sur de la península ibérica y las grandes islas del mediterráneo central.

Su ciudad llego a ser la más grande y poderosa del Mediterráneo occidental y fue uno de los protagonistas de las guerras más grandes de toda la antigüedad, las guerras púnicas.

Esta es su historia

La Fundación de Cartago



La leyenda nos habla de Dido una princesa de Tiro. Su hermano mato a su esposo para hacerse con su tesoro, pero ella pudo huir a tiempo con él. Llego a las tierras del norte del actual Túnez. El gobernante local recelaba de los recién llegados y solo les permitió asentarse en el terreno que abarcara una piel de toro. Pero la ingeniosa Dido cortó la piel en finísimas tiras con lo que abarco una gran extensión donde fundó Cartago.

Aunque solo es una leyenda.

Cartago fue fundada alrededor del 825 a.c. por habitantes de Tiro en un magnifico puerto natural. No era la primera, los fenicios habían fundado ya una serie de asentamientos en el Mediterráneo occidental para servir de bases a su red comercial.

La ciudad fue llamada Qart Hadast, o nueva ciudad que dio origen al nombre de Cartago.

No fue ni la primera y la más importante, pero estaba destinada a ser la mayor ciudad de los fenicios y ser conocida como la reina del Mediterráneo.

Ascenso



Cartago con su privilegiada situación empezó a despuntar sobre el resto de las colonias fenicias, pero el hecho decisivo que le dio poder no tuvo nada que ver con ella.

En el s.VII a.c. los asirios devastaron fenicia y aunque Tiro resistió sufrió varios asedios. Esto hizo que mucha de su población huyera y Cartago fue su destino principal.

La ciudad creció de forma increíble y se convirtió la cabeza de todas las colonias fenicias en el Mediterráneo Occidental.

El sitio de Nabucodonosor, que duro más de diez años, debilito aun más a Tiro y engrandeció a Cartago.

La ciudad se convirtió en una ciudad totalmente independiente. Empezó a centralizar el comercio entre los dos lados del Mediterráneo.

Para entonces Cartago seria una ciudad de unos 100.000 habitantes, la mayor de occidente y controlaba a todas las colonias fenicias restantes.

Amplio su control sobre las regiones circundantes a la capital a expensas de las tribus nativas. Estas tierras eran muy fértiles y le proporcionaban a Cartago un exceso le alimentos, así como producción de cultivos industriales como el olivo.

Para entonces Cartago controlaría unos 30.000 km² de territorio, así como innumerables puntos del Mediterráneo occidental. Pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Con el debilitamiento de fenicia, los griegos iniciaron una expansión por todo el mar. Colonizaron el sur de Italia, Sicilia, llegaron al sur de Francia e incluso a España.

Esto causo malestar en Cartago que los veía como una competencia a su monopolio comercial.

En alianza con los etruscos derrotaron a los griegos en la batalla de Alalia y detuvieron su expansión, pero no los echaron de donde ya se habían establecido.

Se inicia aquí la época imperial de Cartago, que se tradujo en una expansión territorial y en una lucha continua contra los griegos.

Cartago se hizo con el control de Cerdeña, las Baleares, posterior mente Córcega y la mitad occidental de Sicilia.

Es esta isla seria donde se llevaría a cabo la mayor parte de la lucha.

República Cartaginesa



Hacia el año 500 a.c. Cartago crecía sin parar. Se había convertido en una potencia naval con una flota de más de 200 barcos.

Controlaba no dolo la mayor parte del comercio del Mediterráneo occidental, si no el de más allá del estrecho de Gibraltar.

Su poder se extendía por todo el norte de África con más de 300 ciudades aliadas (en realidad vasallas), y el control de grandes islas.

Pero existía el problema de Sicilia.

Sicilia estaba dividida entre los cartagineses en oeste, sicilianos en el centro y griegos en el este. Los griegos eran varias ciudades independientes que luchaban entre sí, y a menudo pedían ayuda a Cartago. Pero había una ciudad, Siracusa, que era con mucho la más poderos y con el tiempo llego a ser la mayor del mundo griego.

La lucha entre Siracusa y Cartago era continua en el 480 los cartagineses sufrieron una derrota en Himera, que causo más de 50.000 bajas. Esto desestabilizo Cartago.

Desde su fundación Cartago fue una monarquía, con un senado formado por los príncipes mercaderes. El senado adquirió cada vez más poder y tras la derrota se hicieron con el poder. No eliminaron a los reyes, pero estos estaban por debajo del senado.

Mientras tanto la guerra en Sicilia continuó.

Cartago no podía permitirse tener a una importante parte de su población en armas, por lo que se especializo en ejércitos de mercenarios.

Construyo una colosal fortaleza en Lilibeo en el oeste de Sicilia, como centro del poder cartaginés. La guerra continuó con altibajos, Siracusa llegaba a controlar toda la isla menos Lilibeo y Cartago podía llegar a controlar toda Sicilia menos Siracusa. Y así varias veces.

Actual Lilibeo


En el 315 a.c. los cartagineses sitiaban Siracusa de nuevo, pero a su gobernante Agatocles se le ocurrió una estratagema que nadie había pensado y que Cartago no aprendió.

Se escapo del sitio con una flota y ataco a la misma Cartago.

La ciudad llevaba 600 años sin tener enemigos en tierra y no esperaba que llegaran por mar. Estaba indefensa.

Pero saco fuerzas (Cartago nunca luchaba mejor que cuando estaba entre la espada y la pared). Organizo un ejército y derroto a Agatocles. Este volvió a Siracusa y logro que se firmara una paz.

Pero este hecho llevo a que Cartago eliminara para siempre a sus reyes. Desde entonces fue totalmente una república.

Pero la paz en Sicilia nunca duraba mucho. En el 280 a.c. la guerra se reanudo. Esta vez Siracusa contaba con la ayuda del rey de Epiro que estaba en el sur de Italia con sus ejércitos. Este paso a Sicilia, rechazo a los cartagineses hasta Lilibeo pero no los pudo conquistar, además Siracusa no estaba contenta con el carácter tan marcial de Pirro, por lo que en 275 a.c. abandono Sicilia.

Cartago pensó que la situación volvía al status quo habitual.

Pero no era así, ya que había aparecido un nuevo jugador. Uno que estaba destinado a ser su mayor pesadilla.

La Primera Guerra Púnica



¿Por qué Pirro, Rey de Epiro se encontraba en Italia?

En el centro de Italia, una ciudad había ido aumentado su poder hasta controlar la mayor parte de la península.

Su nombre era Roma

Cuando ataco a las ciudades griegas del sur de Italia Pirro acudió en su ayuda. Tras unas victorias muy muy duras (de ello viene victoria pírrica), paso a Sicilia.

Tras volver a Italia fue finalmente derrotado por Roma y esta conquisto el sur de Italia.

Pirro se fue, pero no sin antes afirmar: Que campo de batalla dejo para romanos y cartagineses (o eso se dice).

Y era verdad

Hasta entonces Roma y Cartago habían sido aliadas porque tenían al enemigo común de los griegos. Además Roma no era suficiente poderosa para ser un peligro para Cartago, además era un buen cliente de trigo.

Pero la cosa había cambiado, ahora era una potencia en grado de igualdad, la primera que surgía en occidente que podía rivalizar con ellos. La lucha era inevitable, sola hacía falta un pretexto.

Este se lo dieron los mamertinos, mercenarios italianos que controlaban Mesene (la actual Mesina).

Siracusa intento tomar la ciudad, pero la flota cartaginesa la protegía. Pero los mamertinos no estaban a gusto con esta alianza y llamaron también a la potencia italiana, Roma.

Roma no estaba muy a gusto ayudándoles, pero temía la expansión de Cartago, así que acudieron. Siracusa por su parte se alió con unos cartagineses enfurecidos por la intromisión romana.

En el 264 a.c. los romanos desembarcaron en mesene y la ocuparon. Derrotaron a Siracusa y esta se retiro de la guerra. El campo de batalla entre Roma y Cartago estaba dispuesto, la Primera Guerra Púnica había empezado.

Las guerras púnicas fueron el mayor conflicto de la antigüedad. Nunca dos naciones tan poderosas se enfrentaron en el apogeo de su poder de una forma tan encarnizada. Fue la primera guerra total entre dos superpotencias.

Además fue una guerra en todos los aspectos, tanto en mar como en guerra, como en ele aspecto económico.

La guerra duro 23 años y se desarrollo principalmente en el mar y en Sicilia.

Al principio los cartagineses pensaron que los romanos serian como los griegos o como Pirro, pero no fue así, los romanos no aceptaban el concepto de derrota.

Los romanos sabían que para derrotar a Cartago necesitaban una flota y aunque no tenían experiencia en mar crearon una.

La equiparon con ganchos para atrapar a los barcos enemigos y transferir la lucha en tierra a los barcos.
Aunque no logran destruir la flota cartaginesa, la igualaron y en gran medida la pudieron anular.



Mientras tanto la guerra por tierra se desarrollaba en Sicilia y aunque se luchaba encarnizadamente palmo por palmo, los romanos fueron haciendo retroceder a los cartagineses.

Es más los romanos, al igual que Agatocles, desembarcaron un ejército en la misma Cartago. Los cartagineses no habían aprendido la lección (ni la aprenderían nunca), y la ciudad estaba desprotegida. Pero volvieron a armarse, levantaron un ejército y derrotaron a los romanos.

En el 247 a.c. recibió el mando del ejército en Sicilia un joven llamado Amílcar de la poderosa familia de los Barca.

Este logro hacer maravillas en Sicilia, rechazando una y otra vez a los romanos.

Pero para entonces la guerra estaba perdida para Cartago.

Llevaba 20 años de guerra, había perdido muchos barcos y muchos hombres, pero lo peor era que su comercio estaba colapsado y sus finanzas en la ruina.

Roma por su parte dependía de la agricultura por lo que resistía mejor el desgaste de la guerra aunque también estaba agotada.

En el año 241 a.c. se firmo la paz.

Fueron términos muy duros. Cartago era expulsado de Sicilia tras más de tres siglos de presencia, además de pagar 100 toneladas de oro como indemnización.

Pero nuevos problemas se cernían sobre Cartago.

Amílcar



Tras la guerra Cartago estaba en la más completa bancarrota, y tenía que pagar una enorme indemnización.
Amílcar al volvió con amargura. Había derrotado a los romanos cuando se enfrento a ellos y si no vencieron es porque nació demasiado tarde. Además se encontró con la oposición de los príncipes mercaderes que recelaban de la poderosa familia de los Barca, y lo relegaron del gobierno. Pero no mucho tiempo.

La bancarrota de Cartago, trajo otro problema. Su ejército estaba compuesto de mercenarios y tras la guerra no les podía pagar. Estos se revelaron y empezaron a saquear toda la región de la ciudad.

Cartago se desangraba, mientras Roma observaba con placer como se hundía su enemiga.

Los príncipes no tuvieron más remedio que volver a llamar a Amílcar. Si lo hubieran llamado desde el principio podría haber sosegado a los mercenarias, no en vano era su general. Pero ya era tarde.

Amílcar reorganizo la ciudad, recluto levas y reunió elefantes para atacar a los mercenarios. La guerra duro tres años y hubo momentos que pareció que la ciudad caería, pero Amílcar desato toda su capacidad y finalmente en el 238 a.c. los mercenarios habían sido aniquilados.

Mientras tanto Roma no se había quedado quieta.

En Córcega y Cerdeña también había mercenarios que se habían rebelado. Roma vio una oportunidad y mando allí soldados.

Cartago protesto y con razón, así que Roma le declaro la guerra. Cartago no podía permitirse una guerra más así que decidió entregar las islas y 35 toneladas más de oro.

Este acto mezquino creó un odio desmesurado en Amílcar hacia Roma. Sicilia la habían conquistado luchando en una guerra, pero esto era una extorsión cuando Cartago estaba de rodillas.

Tras la guerra de los mercenarios, Amílcar partió de Cartago. Decidió ir a Hispania, famosa por sus reservas minerales, para de alguna forma iniciar una recuperación de las maltrechas finanzas del estado.

Todos parecían contentos, los príncipes se libraban del poderoso Amílcar, y los romanos lograban el oro que tenía que pagar Cartago.

Amílcar partió con sus hijos y yernos. Entre ellos iba su hijo de 9 años, Aníbal, y se cuenta que su padre poco antes de partir le hizo jurar odio eterno a Roma.

Ya en Hispania fundo una base que tapidamente se convirtió en una ciudad, Cartago Nova, la actual Cartagena.



Poco a poco los cartagineses fueron expandiendo su poder hacia el interior, usando tanto la conquista como la diplomacia. De esta manera las riquezas de Hispania fluyeron hacia Cartago.

En el año 228 a.c. Amílcar murió y fue sucedido por su yerno Asdrúbal. Este siguió la misma política y amplio mas los territorios en Hispania, hasta su asesinato a manos de un esclavo en el 221 a.c. siendo sustituido por el hijo de Amílcar, Aníbal Barca.

Cuando Roma, tras haber estado ocupada en problemas en el norte y el este se giro para ver la situación contemplo con horror que Cartago era más rica y poderosa que nunca.

La Segunda Guerra Púnica



Para esta época Cartago contaba con cerca de 500.000 habitantes y era junto con Alejandría la ciudad más grande y rica del Mediterráneo.

Su imperio también era más grande.

Aunque había perdido las islas, ahora poseía la mitad sur de Hispania y contaba con la alianza de Numidia (el interior de la actual Argelia).



Roma tenía que detener este crecimiento así que firmo un tratado con Cartago donde se ponía la frontera entre ambas en el río Ebro.

Pero Roma no contaba con Aníbal.

Este había jurado odio eterno a Roma y solo tenía una meta: destruirla.

Para ello aprovecho un el hecho de que la ciudad de Sagunto, aliada de Roma, estaba al sur del Ebro, en las zona cartaginesa.

En el 218 a.c. puso sitio a la ciudad y la tomo. Esto significaba la guerra y Aníbal la acepto. La segunda guerra púnica había comenzado.

Aníbal es sin duda uno de los mejores generales de la historia, y el mayor enemigo al que se enfrento Roma. Este vio que la única forma de derrotar a Roma era en su propio terreno, así que con un ejército de 70.000 hombres y varios elefantes, partió hacia Italia.



Los romanos esperaban una guerra como la anterior, allende de los mares y cuando desembarcaron en Hispania, Aníbal de había ido.

El cruce de los Alpes fue muy duro, se perdieron 40.000 hombres y casi todos los elefantes. Pero los que quedaron era un ejército terriblemente curtido.

El ejército descendió a la llanura Padana donde se le unieron algunos efectivos galos de la región, solo conquistada por Roma hacia unos pocos años.

El primer encuentro con el ejército romano fue en el arroyo Ticino. Capitaneados por Publio Cornelio Escipion fueron derrotados. Este se salvo gracias a su hijo de 17 años y de su mismo nombre.

El segundo encentro se produjo en el rio Trebia, junto al Po. El general romano que capitaneaba contaba con 40.000 hombres, frente a los 35.000 de Aníbal. Escipion le recomendo prudencia pues empezaba a conocer a su enemigo, pero su colega no escucho. Mando a sus soldados a través del rio. Salieron mojados y tiritando y los romanos fueron aplastados. Menos de 10.000 sobrevivieron.

Roma estaba fuera de sí de furia y Aníbal seguía bajando hacia el sur.

Aníbal contaba con que muchas regiones de Italia se rebelaban contra Roma y se le unirían a él. Pero en esto se equivoco. Muchos años de buen gobierno romano les había unido a la ciudad y no querían que eso cambiara. Aun así pudo reforzar su ejército hasta los 50.000 soldados.

Se mando un nuevo ejército al mando del cónsul Cayo Flaminio, de 30.000 hombres, se encontraron en el lago Trasimeno. Fue uno de los mayores fiascos de la historia militar. Los cartagineses se ocultaron en la colina mientras que los romanos marchaban en el estrecho espacio entre el lago y las colinas. Los cartagineses cargaron y el ejército fue aniquilado. 20.000 muertos y 10.000 prisioneros. Los cartagineses no llegaron a 3.000.



Roma ya no estaba enfadada, estaba aterrorizada. Aníbal parecía invencible.

Este siguió avanzando hacia el sur, y los romanos no se le enfrentaron, simplemente lo siguieron  a la distancia. Si dejaban a Aníbal aislado su ejército se iría deshaciendo. Y así habría sido si hubieran tenido paciencia.

Pero no fue así. Para la mayoría de los romanos esa era una táctica de cobarde así que se decidió plantar batalla.

En el 216 a.c. un ejército de 90.000 soldados, el mayor que hubiera levantado Roma, capitaneado por los cónsules Emilio Paulo y Terencio Varron, se encontró con los 50.000 de Aníbal en Cannas.

El ejército cartaginés fue cediendo en su centro hasta que su línea se convirtió en una “U”, con los romanos en el centro. Aníbal cerró los extremos atrapando a los romanos. Solo 15.000 pudieron escapar con vida.
Por esta batalla a Aníbal se le considera uno de los mejores generales de la historia. El ejército romano era el mejor del mundo y lo seguiría siendo durante 500 años. Aníbal solo con su genialidad derroto aun ejército, no solo mejor, si no mayor.




Roma estaba desesperada. Sus ejércitos estaban destruidos, sus aliados le abandonaron como Siracusa y algunas ciudades abrieron sus puertas a Aníbal como Capua.

Pero en su desesperación fue cuando Roma actuó de forma más admirable. Aprendió que no se podía atacar a Aníbal hasta encontrar un general de su nivel. Levanto nuevos ejércitos y los envió a Hispania, y fue acosando a Aníbal para ir desgastando su ejército.

En esta época Cartago actuó con la mayor mezquindad y no aporto nada de ayuda a su gran general.

Poco a poco los romanos fueron progresando en Hispania y un ejército cartaginés que volvió a cruzar los Alpes en capitaneado por Magon, el hermano de Aníbal, fue destruido en la batalla de Metauro.

Aníbal estaba en una situación desesperada y fue poco a poco siendo encerrado en la punta de la bota Italiana. Ni aun entonces los romanos se atrevieron a atacarle directamente.



Mientras Publio Cornelio Escipion, hijo del general de la batalla de Ticino, derroto a Asdrúbal, hermano de Aníbal en la batalla de Ilipa, en Hispania. Esto quebró el poder cartaginés en la región. Las tribus hispanas, abandonaron la guerra y al poco Cartago Nova cayó.

Numidia también abandono a Cartago y su rey Masinisa empezó hacer correrías por la región.
Con Escipion los romanos habían encontrado al general que necesitaban y lo mandaron directamente a África.

Cartago desesperada llamo a Aníbal. Este regreso a Africa y en 202 a.c se encontró con los ejércitos de Escipion en la llanura de Zama.

Los ejércitos eran similares unos 50.000 hombres, pero los romanos contaban con el apoyo de la caballería númida y con un general casi tan bueno como Aníbal, mientras que muchos de los soldados cartagineses eran ciudadanos recientemente reclutados.



Fue una victoria total para Roma. Esta fue la única derrota de Aníbal, pero anulo todas sus victorias anteriores.

Cartago había sido completamente derrotada, la segunda guerra púnica había concluido.

El final


Las condiciones de rendición fueron increíblemente duras y  la ciudad solo se salvo gracias a la influencia de Escipion que sentía respeto a un enemigo valiente.

Cartago quedo reducida a su ciudad y las tierras circundantes. Todo el imperio cartaginés en Hispania pasó a manos de Roma y sus tierras en Africa pasaron a manos de Numidia.



Además debía pagar indemnizaciones por valor de 260 toneladas de plata y no podía ir a la guerra sin permiso de Roma.

Aníbal gobernó Cartago tras la derrota, le trajo de nuevo prosperidad y logro pagar la indemnización en un tiempo record.

Esto no podía tolerarlo Roma y exigió que Aníbal fuera entregado. Este pudo huir.

Durante años vago por cortes de reinos de oriente, siempre perseguido por los romanos, finalmente cuando los romanos estaban a punto de capturarle en bitinia bebió un veneno, antes de ser capturado.

Se dice que sus últimas palabras fueron: Demos descanso a los romanos que no pueden esperar la muerte de un viejo aborrecido.

Mientras Cartago siguió prosperando, pero la espada de Damocles siguió pendiendo sobre su cabeza. Los romanos no le perdonaron las humillaciones de Aníbal. Además su prosperidad afectaba a los terratenientes romanos. El principal enemigo era Marco Porcio Caton que siempre acababa sus discursos, fuera cual fuera el tema “además soy de la opinión de que Cartago debe ser destruida”.

Por otra parte estaba Masinisa rey de númida que se dedico hacer la vida imposible a la ciudad y por supuesto roma siempre estaba de su parte.

Finalmente arrastrados más de lo soportable, en el 149 a.c. Cartago respondió a Masinisa. Roma afirmo que el tratado estaba roto. Cartago pidió la paz, entrego más de 100 rehenes destruyo sus armas, pero roma exigió que la ciudad fuera abandonada y su población se trasladara al interior.

Era mas de los soportable, si su ciudad iba a caer, ellos caerían con ella.

Lo que se llama la tercera guerra púnica fue el ataque para destruir Cartago.

Aun así la ciudad aguanto durante tres años. Fundieron todos los metales para hacer armas, las mujeres se cortaron el pelo para hacer arcos y en este tiempo los implacables Caton y Masinisa, murieron, viendo como Cartago resistía.

Pero finalmente en el 146 a.c. la ciudad cayo. Fue destruida hasta los cimientos y sus 30.000 habitantes supervivientes fueron vendidos como esclavos.

Este fue el fin del imperio cartaginés y de Cartago, la que se fuera llamada reina de Africa o la joya del Mediterráneo.

Aun así 100 años después la ciudad fue refundada por Julio Cesar que supo apreciar magnifica ubicación y volvió a ser prospera. Pero era una Cartago romana, nada que ver con la ciudad anterior, excepto la ubicación.

Bueno espero que os haya gustado y os animo a dejar vuestros comentarios


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